La política de Turquía sobre los vehículos eléctricos chinos ha cambiado drásticamente y los fabricantes de automóviles chinos como BYD están implementando activamente

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Turquía realizó recientemente ajustes importantes en su política hacia los vehículos eléctricos chinos. Inicialmente, Turquía anunció en marzo de 2023 que impondría un arancel adicional del 40% a los vehículos eléctricos importados de China, elevando el arancel total al 50%. Sin embargo, en julio de 2024, el gobierno turco emitió un nuevo decreto presidencial, decidiendo no imponer impuestos adicionales a las importaciones de automóviles en el marco de la política de incentivos a la inversión, sino solo un arancel del 10%. La medida tiene como objetivo atraer empresas chinas para invertir en Turquía y promover el desarrollo de la industria de fabricación de vehículos de nueva energía del país.